El Gobierno de Argentina ha dado un paso importante para mejorar la competitividad de la industria alimentaria y facilitar el comercio exterior con la reciente aprobación del Decreto 35/2025. Este decreto introduce modificaciones clave al Código Alimentario Argentino (CAA), con el objetivo de reducir la burocracia y los costos asociados con la importación y exportación de productos alimenticios.
¿Qué Cambia con el Nuevo Decreto?
A partir de la implementación de esta normativa, los exportadores de productos alimenticios argentinos solo deberán cumplir con los requisitos del país de destino. Esta simplificación busca eliminar las restricciones innecesarias y reducir los costos de las operaciones internacionales. Así, se acelera el proceso de exportación, permitiendo que los productos lleguen más rápidamente a sus mercados de destino sin obstáculos adicionales.
Simplificación para Importadores
Los productos alimenticios que ingresen a Argentina desde países con acuerdos de integración económica o acuerdos de reciprocidad en materia higiénico-sanitaria, como Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Japón, ahora estarán exentos de trámites adicionales si cumplen con las certificaciones sanitarias de origen. De este modo, los importadores solo deberán presentar una declaración jurada que incluya información básica sobre el producto, su origen y las certificaciones correspondientes.
Este enfoque agiliza el proceso y reduce la carga administrativa, lo que resulta en un ahorro tanto para los importadores como para el sector privado en general. Para los productos provenientes de otros países, aún se exigirán los requisitos establecidos por el Código Alimentario Argentino, aunque con un enfoque más flexible y simplificado.
Exportaciones Sin Restricciones Adicionales
El decreto también facilita el proceso para los exportadores argentinos, quienes ya no deberán cumplir con trámites adicionales impuestos por el Estado argentino. A partir de ahora, el país solo emitirá los certificados necesarios en función de los requerimientos del país importador. Esta medida elimina las barreras burocráticas y contribuye a un comercio exterior más ágil y competitivo.
El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó en sus redes sociales: “Levantamos todas las mochilas que le imponía el Estado argentino a nuestros productores de alimentos”. Con esta medida, el objetivo es hacer que el comercio internacional de alimentos sea más fluido y accesible.
Un Impacto Positivo en la Competitividad
Este marco regulatorio no solo facilita el intercambio de productos, sino que también busca mejorar la competitividad del sector alimentario argentino. Al reducir los costos relacionados con los controles y registros, las empresas argentinas podrán adaptarse más fácilmente a las exigencias de los mercados internacionales, lo que podría resultar en un aumento de las exportaciones de productos con valor agregado.
Además, esta reforma representa una gran oportunidad para las pequeñas y medianas empresas del sector, que ahora podrán contar con plazos más ágiles y menos trámites burocráticos para acceder a nuevos mercados. El crecimiento del comercio internacional también puede generar más empleos y fortalecer la industria alimentaria en el país.
Hacia un Comercio Exterior Más Transparente
El Decreto 35/2025 también incluye un mecanismo de transparencia al exigir que los importadores presenten una declaración jurada detallada sobre los productos que ingresan al país. Esto contribuye a garantizar que las normas y regulaciones se cumplan de manera clara y sencilla, facilitando la tarea tanto a las autoridades como a los operadores comerciales.
Además, el decreto reconoce las normas internacionales, como el Codex Alimentarius, desarrollado por la FAO y la OMS, como referencia para aceptar productos importados. Esto asegura que las importaciones se ajusten a altos estándares de calidad y seguridad alimentaria.
Conclusión
La simplificación de los trámites para la importación y exportación de alimentos no solo facilita el comercio internacional, sino que también posiciona a Argentina como un jugador más competitivo en el mercado global. Con este tipo de reformas, el país busca fortalecer su industria alimentaria, fomentar la inversión y promover el desarrollo económico, todo mientras se resguardan los estándares higiénico-sanitarios y la salud pública.
Esta nueva normativa es una excelente noticia para los empresarios y para aquellos interesados en exportar productos argentinos al mundo. Ahora, el camino hacia un comercio exterior más ágil, eficiente y rentable está un poco más despejado.